¡Ayayay...! De corridos, rancheras y mariachis con un instrumento descomunal

29 de agosto de 2008
Sigo siendo el Rey... ¿verdad doctor?


No podemos negar nuestras afinidades ni esconder nuestras faltas: sí, nos gustan Los Tigres del Norte ¿y qué? Así que cuando anunciaron su nueva gira nos ceñimos el cinto y agarramos la furgoneta hasta Barcelona para sumergirnos en un (in)mundo de violencia gratuita y machismo... Y, aunque no pudimos agarrarnos en una balacera en mitad del Apolo con otro fan de Los Tigres, nos lo pasamos muy bien coreando 'Jefe de Jefes' o 'Le compré la muerte a mi hijo'.

Si no ha tenido la oportunidad de asomarse por alguno de sus conciertos en España, los Infames estamos aquí para remediarlo, así que prepárese un tequilita sunrise bien fresquito y busque la sombra de un nopal antes de leer nuestras nuevas recomendaciones:

La primera de ellas es la vibrante 'Trabajos del reino' (Periférica, 2008), en la que Yuri Herrera nos adentra en la mansión de un narcotraficante (El Rey) de la mano de un cantante de narcocorrido conocido como 'El Artista', quien narra -¿canta?- la gloria y caída de todos los miembros del cartel. El lenguaje del narrador es pura lengua viva, un ritmo continuo y sorprendente que parte de lo popular para articular una historia trágica... como un corrido: «Mejor quisieran oír nomás la parte bonita, verdá, pero las de acá no son canciones para después del permiso, el corrido no es un cuadro adornando la pared. Es un nombre y es un arma.» Ya estamos esperando la siguiente obra del editor de «El perro», una de las mejores revistas literarias (para los abajo firmantes) que uno puede echarse al ojo.

Pero si nos entusiasmó 'Trabajos del reino' ¿qué decir del último libro de Juan Villoro? ¡Qué fans somos de Villoro! «Los culpables» (Anagrama, 2008) es un conjunto de cuentos excepcionales por los que transita una completa galería de vidas a la deriva en busca de redención.

Si lo traemos hasta aquí es para hablarles del relato «Mariachi», en el que Villoro nos presenta la historia de El Gallito de Jojutla, artista universal a su pesar y resignado ídolo de multitudes. Y es que la vida no le dejó otra opción que ser mariachi, algo que irremediablemente le ata al diván de su psicoanalista. La historia de nuestro artista se complica cuando aparece en escena el realizador español Chus Ferrer (umh…¿trasunto de 'nuestro manchego universal'?), quien se enamora hasta las trancas del cantante y decide convertirlo en una estrella gracias a una tórrida escena homosexual con un motorista catalán. La magia del cine (y de las prótesis peneanas) convertirán al Gallito en un icono sexual, un mariachi pegado a un descomunal miembro que le acompañará como una maldición allá donde vaya. Todo este bizarro y divertido galimatías no se resolverá hasta que entre en escena Brenda, a quien no le importa la verdadera dimensión del «instrumento» del Gallito.

Ya están tardando... Por cierto, la ilustración de este post es un regalo de nuestra amiga Sylvia Vivanco, a la cual tenemos reservado un lugar en este rincón del mundo. Gracias...


Publicado en soitu.es (24-08-2008)


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2 comentarios

  • Anónimo says:

    QUE ONDA ESTO NO ES LO Q´ QIERO Q´ LES PASO OSEA JELOU JAJAJAJA

  • Anónimo says:

    GYFGHYTFGYTR JAJAJAJA ESTO LO PUSE COMO PURA MAMADA