razones por las que fue un buena idea ir al tanned tin

1 de febrero de 2010
1. Conocer Benicàssim. ¿Benicàssim? Sí, es lo que ocurre cuando te metes en un tren tras una noche sin dormir y confías en que el revisor te despierte amablemente con un café con leche y la prensa del día... que sueles pasarte de parada y acabar donde no debías. Benicàssim, por ejemplo. ¿Qué hay otro festival en Castellón? sí, créame caballero... vuelta al tren y a empezar de nuevo.

éste es... y no estuvo nada mal


2. Bailarrrr.... Los conciertos mañaneros del Tanned Tin se celebran en El Grao, un distrito marinero que ahora se parece a todos los demás pero que seguro que debió oler a pescado y sal no hace demasido. El paseante que deje atrás multicines y boleras encontrará alguna desconchadura, una sociedad colombicultural o un club social de la tercera edad donde las señoras enseñan como llevar el paso del ballenato o el pasodoble y los caballeros a beber barrecha (¡moscatel+anís!) sin pestañear. El hombre es un animal danzante, sí. Por cierto, que resultaba más que chocante ver al moderneo patrio en un casino con ese pose circunspecto, de angst existencial, frente a sus mayores dándose a la fiesta...

arrimando cebolleta


3. ¡Se trata de la música, estúpido! Ah, claro... quien esto escribe partía con el gesto torcido porque llegar a mitad de festival y con parte de tus grupos favoritos -luke haines, wave pictures...- fuera de cartel no es precisamente la idea que uno tiene de amortizar la entrada... sin embargo nos dio tiempo a colarnos en un palco de prensa y ver a The Wowz (grandes, grandes, grandes!) y a DD/MM/YYYY, quienes a pesar del pelucón trasquilado del cantante -prometo un post sobre peinados infames, de verdad- me dejaron pegado a la butaca.



the wowz: and the word is... l.o.v.e.


4. Comer, beber, amar... porque la resaca dominical lo es menos con una buena paella, como la que nos prepararon nuestros amigos en El chapa, un chiringuito de Almassora con olor a leña y en el que la gente todavía sabe que para saborear el arroz hay que rascar con el cucharón, todos en torno a la misma paellera, sin complejos. Así sabe mejor. Existen muchas otras razones para no arrepentirse de haber acudido al Tanned Tin, pero no me quiero extender más de lo necesario, así que lo dejaré dándole las gracias a a. por habernos arrastrado hasta Castellón... aunque ahora que lo pienso, nunca llegamos a ver Castellón, así que habrá que volver.


¡la virgen!


PD: Y como éste es un blog principalmente dedicado a los libros, no me despido sin apuntar lo mucho que me está sorprendiendo -gratamente- Mi marruecos de Abdelá Taia (premio "Otra mirada" de la librería Cálamo) que comencé a devorar en el autobús de regreso. Mejor no hablo de los peinados y hablo más adelante de este libro. Hasta entonces.


3 comentarios

¿el disco de la década? el inevitable debate...

12 de diciembre de 2009
excelso, sí

El caballero del cícero vuelve a Popskine y su visión pop de la sociedad para ofrecer un particular panorama de lo que ha sido esta década que no se decide a abandonarnos con una selección de 50 discos. Como no podía ser de otro modo el excelso (y excelso es un adjetivo muy ajustado en esta ocasión) Stephin Merritt y sus Magnetic Fields están en lo más alto de la lista, en la que también brillan con luz propia el combo verbenero de los Hidden Cameras o los boreales The Raveonettes. Amén maese!

Nosotros, al igual que el poeta, somos incapaces de decir cuántos y quiénes son todos los guerreros aqueos. Pero como parece que las musas no trabajan los sábados por la mañana (más todavía si tuvieron jarana la noche anterior) nos vamos a encomendar a nuestros conocidos y amigos para intentar elaborar el elenco de la década. Vamos allá...

Pero antes... ¿Qué dicen los medios? Pues que lo que más mola ahora son los flipados de Animal Collective (Rockdelux dixit) o que los picos helados del "Kid A" de Radiohead son la cima musical de esta década (Rolling Stones y Pitchfork). La más predecible -y prescindible- NME se decanta por los pijos de los Strokes y su "Is this It". Nada nuevo bajo el sol...

Vamos con algo más interesante: ¿Qué dicen de todo esto nuestros amigos? Interrogado sobre el particular, José María Mijangos, autor de la festiva Soul Man y gloria del garage capitalino, emite un cavernoso gruñido. Y aunque parece que le cuesta recordar un disco posterior al 68 (no es la mala memoria ni el vermouth de Bodegas Rivas, sino que en las tiendas de discos dejaron de verle el pelo por entonces) al final nos da el nombre de Paul Collins y su "Ribbon of Gold", de quien se dice que aprendió del mismísimo hijoputa de Mad Dog.

para Jan, lo mejor de la década


Indagando un poco más le mando un mensaje al elegante pincha del Wurli, Jan González. No parece que se lo haya tenido que pensar mucho porque al poco me contesta recomendándonos "Inches", la selección de singles de Les Savy Fav, una jarana de indie-punk paranormal para anormales como nosotros. Y hablando de anormalidad... ¿qué será de los mixtapers? Lo último que supimos de ellos es que se arrastraban por Arizona banjo en mano persiguiendo a Sufjan Stevens, así que no cabe duda de su elección.

¿Y qué decimos nosotros? Ummmh! No podríamos dejar de meter en la batidora el "Yankee Hotel Foxtrot" de Wilco (también podría valer su "A ghost is born") junto al "Cendre" de Fennesz&Sakamoto o el "Escondida" de Jolie Holland. Pero también caben discos de M.Ward, The Hives, Richard Hawley, Yo la Tengo o el "Yoshimi" de los Flaming Lips junto a cientas de benditas reediciones que no terminaríamos de enumerar en este espacio sin cansarles.

I´m losing my edge

¿Y nuestros lectores? Bueno, para eso tenéis la sección de comentarios, así que no os cortéis...


16 comentarios