VIDA PERRA

17 de mayo de 2008

Hace unos días un tipo infame (quizá el más infame de todos) sostenía en este mismo espacio que "los libros de memorias tienen algo misterioso que enseguida nos atrae como lectores: en muchos casos los esperamos como portadores de alguna verdad desconocida". No seré yo quien cuestione esta afirmación, pues la belleza y rotundidad de la frase la hacen de por sí, verdadera. Sin embargo y debido a mi simpleza mental, la matizaré. Porque algunos lectores, como el aquí presente, tratamos de buscar en las memorias, hagiografías o cómo quieran llamarse, la certeza de que existen vidas más aburridas o tristes que las nuestras. Historias ajenas que merecen ser leídas por su capacidad de convertir la realidad más tediosa en material literario.

Dentro de las biografías descarnadas que más se ajustan a nuestras excentricidades está la de Patrick Modiano (Boulogne-Billancourte 1945). Autor acostumbrado a introducir múltiples referencias personales en sus obras ("La ronda de noche" o "Los bulevares periféricos") se decide en "Un pedigrí" (Anagrama, 2008) a abandonar definitivamente los guiños entre la ficción y su contenido biográfico.

El autor opta por convertirse en personaje, desvelándose sin tapujos en sus vivencias de juventud. Sus recuerdos más agrios orbitan en torno al desarraigo familiar, un padre embebido en asuntos de dudosa legalidad y la ajetreada vida libertina de su madre actriz; estos vínculos fragmentados le dispondrán a residir en diversos internados franceses.

La sensación inicial de abandono aumenta en Patrick según percibe la dejadez que suscita en sus progenitores. A pesar de ello y consciente de que es mejor el desinterés que el olvido, insistirá en reclamar la atención paterna. En determinados momentos huye, aunque de manera torpe y desaliñada para forzar una deseada vuelta al hogar. El pseudochantaje de Modiano nunca obtendrá los resultados deseados, más bien al contrario, pues con esas descarriadas conductas sólo consigue tensionar la ya peculiar situación familiar. Es en ese "vuelve a casa" constante donde Modiano intenta definir el plano común de afectos, que él siente usurpado. Sin embargo la manera de afrontar esta carencia no se realiza desde la pena o el drama, sino desde la aceptación de aquél que comprende que las circunstancias que le han tocado vivir no son aquellas que el hubiera deseado conocer.

La búsqueda del origen, de aquello que le ha sido arrebatado, se traslada al plano literario en forma de anécdotas y personajes. Instantáneas de su vida que, a riesgo de generar al lector confusión por la minuciosidad de determinados detalles, van a darnos el auténtico perfil genético del autor. A partir de ahí comprendemos el rastreo del escritor para poder entender su identidad presente: "Soy un perro que hace que no tiene pedigrí (…) no me queda más remedio que esforzarme por encontrar unas cuantas huellas…".

La prosa de Modiano sigue siendo directa y clara, manteniendo la economía de recursos a la que nos tiene acostumbrados. Esta manera tan precisa de escribir no devalúa al contenido, se ajusta a él. La forma rítmica pero pausada nos conduce escena a escena por las sensaciones más íntimas que de otra manera no podrían describirse. Al contrario que el estilo de otro gran prosista francés contemporáneo: Houellebecq. Quizá la influencia desmedida de éste último en los massmedia (véase el ejemplo de la última Noche de los Libros en Madrid) impiden que lleguen antes a las librerías hispanas traducciones como la que ahora publica Anagrama.

Otras historias ¿biográficas?

Para los que deseen hacer una pausa entre toro y toro de San Isidro y dedicarse a la lectura de este tipo de narraciones, os recomendamos un par de libros como "Desgracia" de J. M Coetzee (Mondadori, 2000) o "Diario" de Chuck Palahniuk (Mondadori, 2004). Sin embargo, habrá alguno de vosotros que a la espera de las evocaciones políticas de Ángel Acebes prefiera las prolíficas memorias del superjuez Garzón ("Un mundo sin miedo" Círculo de lectores, 2005) o las del Winston Churchill gallego ("Cuaderno de notas de una vida" Edaf, 2007). Disfrutad de la Feria y/o en su defecto de la literatura. ¡Salud!


Publicado en soitu.es (7-05-2008)