Nos alimentamos de un estimulante desorden de lecturas, dibujando un itinerario propio en la historia de la literatura universal. Cada autor nos conduce inevitablemente a otro, y así sucesivamente. Pero, ¿por dónde empezar? ¿Es tan importante por dónde se empiece o siempre se termina llegando a lo que realmente es importante?
Por poner un ejemplo: seguramente muchos hayamos leído antes a Enrique Vila-Matas que a Robert Walser , Georges Perec o Raymond Roussel ; el autor de Historia abreviada de la literatura portátil y Bartleby y compañía habrá alimentado nuestra curiosidad lectora hacia estos otros escritores, cuyas obras están en el origen de su propia obra. Pero el caso es que ahí tampoco se termina el rastreo: el dibujo de la constelación de autores es virtualmente infinito. Partiendo de Vila-Matas hay tentáculos que nos dirigen a Marguerite Duras , Italo Calvino , Gombrowicz , Sergio Pitol
En la ya citada lista que este verano publicó 'El País', preguntando a 100 escritores en español sobre los libros que cambiaron su vida, no hay grandes sorpresas. ¿O alguien se extraña aún del siempre citado Don Quijote, de las referencias constantes a los grandes autores rusos, o de la presencia de Proust y de Kafka? Pero entre las 'obviedades', con las que –sobra decirlo- estoy de acuerdo, un joven escritor logró llamar mi atención por su insistencia y obsesión literarias.
El chileno Alejandro Zambra parecía tenerlo muy claro: un escritor francés , y no sólo un libro, cambió su vida. Esta fue su propuesta y sus recomendaciones:
1. Un hombre que duerme (Georges Perec)
2. Las cosas (Georges Perec)
3. W o el recuerdo de la infancia (Georges Perec)
4. El gabinete de un aficionado (Georges Perec)
5. El secuestro (Georges Perec)
6. Me acuerdo (Georges Perec)
7. Pensar / Clasificar (Georges Perec)
8. La vida instrucciones de uso (Georges Perec)
9. Especies de espacios (Georges Perec)
10. Tentativa de agotar un lugar parisino (Georges Perec)
La vida privada de los árboles cuenta la larga noche de Julián esperando a que Verónica regrese a casa tras su clase de dibujo. La novela comienza con las historias de árboles que Julián le cuenta a Daniela, su hijastra, para entretenerla y dormirla. Pero en la improvisada espera irrumpen en constantes imágenes sus recuerdos, la invención de posibles explicaciones a la tardanza de Verónica, y un imaginado futuro para la niña que ahora duerme en la habitación de al lado. Todos estos pensamientos de Julián deben estirarse porque la novela nace con una única condición: el libro sólo podrá terminar cuando su mujer regrese o cuando Julián esté seguro de que ya no volverá.
Alejandro Zambra, Enrique Vila-Matas, Georges Perec