De nuevo en órbita alrededor de Joyce Johnson

16 de enero de 2009

Habrán de saber disculparnos nuestra querencia por Joyce Johnson, pero a estas alturas no les vamos a descubrir nada acerca de nuestras filias y fobias. Poco queda por decir sobre la ganadora del premio Tipos Infames y las votaciones que tuvieron lugar en el espacio que nos cedieron los amigos de soitu.es. Sin embargo (y si a pesar de las advertencias han decidido seguir leyendo) siempre queda una puerta abierta con los grandes libros. Y Personajes secundarios (Libros del asteroide, 2008) lo es.

No es raro que Johnson encabezara estas maravillosas memorias con un verso de T.S. Eliot: “Hurry up please, it´s time”, dejando bien a las claras ese ansia por abrazar la vida que transmite la autora en cada una de sus páginas. Y esto no es casual. Como tampoco lo es que deslice el nombre de Jean Rhys (1890-1979) como precursora en el noble arte de atentar contra la respetabilidad que se le presupone a una señorita.


Arriba puede leerse claramente la dedicatoria a los Infames

He recordado el nombre de la británica al leer en Buenos días, Medianoche (Noguer, 1975): “Cada palabra que digo lleva cadenas en los tobillos, cada pensamiento lleva una pesada bola”. Esa lucha de las mujeres por encontrar su propia voz está también en Personajes secundarios, una novela de autoconocimiento en la que Johnson se pregunta acerca de lo que es posible decir para una chica judía en el Nueva York de los años cincuenta.

Y por supuesto la figura del genio sobrevolándolo todo, eclipsándolo con su figura (ojo, que no digo obra). Léase Ford Madox Ford en vez de Jack Kerouac y tendrán más pistas acerca de lo que estoy tratando de explicar. Pero también podría escribir Café des Amateurs en lugar de The Five Spot y andaríamos en las mismas.. Por cierto, que en este último local Dolphy o Monk grabaron algunos de los vinilos que más ha rayado servidor a lo largo de su vida. Y prosiguiendo con los paralelismos: prometo emprender desde ya mismo la búsqueda de Que lo llamen jazz, un relato escrito por la propia Rhys en busca de más señales y surcos en el alma.


Ya no se organizan jaranas como antaño (y no, el de la derecha no es Orson Welles...)

Es una lástima que el gran éxito de Ancho mar de los Sargazos (¿se puede hablar de un One Hit Wonder en el caso de Rhys? No, claro que no...) haya eclipsado el resto de su obra que cuenta con libros tan memorables como este Buenos días, Medianoche. Alguien podría animarse a traducir su sorprendente autobiografía Smile Please: an unfinished autobiography (tras escribir esta última frase tengo la impresión de que acabará por escurrirse por el descosido que tiene el saco de mis ideas).

Bueno, estos pensamientos dispersos van cerrando su órbita y todavía no queda claro que pretendía con todo esto. Tal vez sólo apuntar como unos libros funcionan como contraseñas y pasadizos en el tiempo y nos llevan a otras obras y otras vidas que están ahí esperando, todavía. Hurry up please...


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