¡Me cago en la familia! ¡Viva la familia!

10 de agosto de 2009
¿Qué ocurriría si Fernando Alonso condujera el papamovil?

Ya lo dejó escrito el bueno de Montaigne: "Gobernar una familia es casi tan difícil como gobernar todo un reino"... y si esto suele ser así la mayoría de las veces, imaginen entonces lo que ocurre cuando, llegadas las vacaciones, son muchos los que se ven obligados a pasar unos días en compañía de bichos y otros parientes que diría el genial Gerald Durrell (antes de Larsson también se escribían trilogías —no se crean—, buen ejemplo es la que el británico dedica a contarnos su zoológica infancia en Corfú rodeado de bestias y demás familiares).

La familia es como una colección de postales que siempre nos acompaña y en la que hay lugar para todo: el martirio cotidiano, un remolino de alegría y rencores, el recuerdo de lo que pudimos haber sido y la certeza de donde venimos... Todo eso que conformaba el paisaje de fondo de la delicada "Tres días con la familia" y que todos ustedes han sentido alguna vez. Pero ahora dejemos a un lado la trascendencia y busquemos la sinceridad... ¿Quién no ha deseado alguna vez arrojar a la cotorra de su cuñada por el hueco de la escalera? ¿Acaso alguno de ustedes no ha imaginado alguna vez que su hermano se atragantaba con un torrezno y dejaba por fin de escuchar tanta memez? Y los primos… esos insoportables primos que viven en la ciudad y a los que tan sólo ves una vez al año durante las fiestas del pueblo. ¿Nunca se han dejado arrastrar por un sentimiento homicida?

Para no terminar como Los Ramones, quien quiera librarse de estos peligrosos impulsos nada mejor que hacerse con nuestras recomendaciones: una serie de lecturas que les ayudarán a cartografiar ese territorio extraño e intrincado del que nos alejamos a medida que seguimos el camino que nos lleva a lo que somos pero al que siempre terminamos por volver. ¡Ah! La familia...ni con ella, ni sin ella…

La novela que Kusturica debería leer

Bora Cosic. 'El papel de mi familia en la revolución mundial' (Minúscula): Si Emir Kusturica quiere un guión para su nueva película aquí lo tiene. Una obra que comparte el humor corrosivo del serbio y una extraordinaria fanfarria de personajes que soportan como pueden los sucesivos embates del fascismo y el comunismo en el Belgrado de los años cuarenta. ("ya no se sabe quién es quién en este manicomio", sentencia el abuelo). Un retrato de la disfunción familiar a los ojos del menor de sus miembros que le hará ver que en toda casa cuecen habas —lo importante es saber aliñarlas—.

Phillip Lopate. 'Segundo matrimonio' (Libros del Asteroide): Eleanor y Frank conforman una pareja que parece sacada del "matrix progre" que denuncia machaconamente el intelectual católico conocido como Juan Manuel de Prada. Un segundo matrimonio formado por una pareja neoyorkina en apariencia perfecta, sofisticada e inteligente, pero construida sobre una gran mentira que termina por desquebrajarse sobre el mostrador de la cocina. La nueva obra de Lopate (del Asteroide ya nos había llegado la magnífica "El mercader de alfombras") disecciona con precisión los silencios y medias verdades que sostienen la fachada de una relación. Agridulce sí, pero también una extraordinaria pequeña novela.


La pareja progre que usted y yo conocemos...

Alison Bechdel. 'Fun Home. Una familia tragicómica' (Mondadori): Sí, ya sabemos que no se trata de una novedad en sentido estricto, y que se trata de un cómic (llámenlo novela gráfica si quieren, eso es cosa suya...) pero no pueden dejar de leerla. Bechdel emprendió la búsqueda de su lugar en el mundo y nos legó este relato de su experiencia en él abundan las citas de Fitzgerald y ecos proustianos. Si todavía visualizan a las lesbianas como curtidas mujeres enfundadas en camisa de franela tendrán que leer a Bechdel. Y sin tardar...

Duncan Shiels. 'Los hermanos Rajk' (Acantilado): Los Rajk dibujan un extraño árbol genealógico, podado trágicamente por las convulsiones totalitarias que castigaron el siglo pasado. Endre Rajk, cruz flechada, líder filonazi. László Rajk, brigadista internacional, dirigente comunista. A partir de la vida de ambos el periodista e historiador Duncan Shiels recorre la trágica historia del siglo XX y sus excesos, a un lado y a otro del tajo que marcaron las distintas ideologías y que seccionó la vida e ilusiones de muchas familias.

We´re a happy family (aunque ustedes no lo crean...)
Publicado en soitu.es (10-08-2009)

, , ,