Por lo usual leo con atención los artículos de Pron (y las invectivas quevedescas que originan) y suelo estar de acuerdo con muchas de sus afirmaciones. En este caso que el proyecto nocilla parece haber ido perdiendo fuelle con cada entrega y que algunas de las afirmaciones postpoéticas de Mallo, aun siendo estimulantes, están cogidas con pinzas. Sin embargo me es difícil compartir el tono Pron al señalar que tal astilla proviene de este palo y no de aquel otro o, como en un aula de seminario, que Fulano hizo algo mucho antes que Mengano.
Sinceramente,me da la impresión que la originalidad está sobrevalorada y que no deja de ser relativa en un mundo superpoblado como el de los libros, en el que todo parece dicho ya. Son contados los casos en los que se descubre una veta literaria nueva, pero eso no quiere decir que los anteriores yacimientos estén agotados ni que estos no puedan revelar todavía algo de valor. El propio Pron es un buen ejemplo de esto que digo: El comienzo de la primavera y su último libro de cuentos (El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan) son obras más que notables -eso ya lo hemos escrito aquí y no nos cansaremos de repetirlo- en las que Pron consigue una voz propia haciendo suyos estilos ajenos, lo cual es muy diferente a tomar sus logros por meras reminiscencias. "Ningún libro surge de la nada: se asienta en unas experiencias que, en ocasiones (como en mi caso) son principalmente experiencias lectoras, y no veo nada malo en que esas experiencias sean visibles también para el lector". Esto no lo digo yo, sino el propio Pron en una entrevista.
seguro que Mallo está dispuesto a discutirlo con PronTal vez el problema con Agustín Fernández Mallo no sea del autor, sino de todos aquellos que han seguido otorgándole una originalidad que ni el propio escritor buscaba. "La vieja aspiración a la novedad", al menos en este caso, no es un problema de autor, ni siquiera es un problema literario, sino de mercado -y a éste difícilmente puede sustraerse Patricio Pron o cualquier otro autor-. Ya sabemos que el emperador está desnudo... bueno, eso, y que a Pron le gusta más la Nutella, claro.
Agustín Fernández Mallo, Patricio Pron
Yo creo que el sr.Pron (a quien no tengo el placer de haber leído) tiene más razón que un santo.
Bueno, no se muy bien qué decir; es que yo solo bebo Mahou
¿Innovación? ¿Vetas de diamantina innovación? Si encuentro un editor lo suficientemente ingenuo como para embaucarle y colocarle la novela que ando puliendo (con paternal esmero) provocaré un cataclismo literario deslumbrante, casi cegador. Bueno, centelleante, al menos. Eso seguro.
qué buenos sois... y qué buena esta la nutella!!!
Precisamente, quizás el tema no esté tanto en la novedad o ausencia de novedad de la propuesta de Fernández Mallo (coincido en que la novedad está absolutamente sobrevalorada) sino a su uso por lo que ha sido llamado "Generación Nocilla" como criterio de legitimidad de una propuesta estética que adolece de muchos problemas y no se sostiene por sí misma. Por lo demás, muy bueno el adjetivo "quevedesco" para definir el tono de los comentarios del blog de Pron; allí hay un asunto muy interesante sobre el que escribir, pienso. Ah, y me consta que Pron pesa cincuenta y cinco kilos y tiene terminantemente prohibido liarse a puños por prescripción médica.
O sea que el autor más arriesgado es un señor de más de cuarenta que utliza técnicas narrativas que en los '60 ya empezaban a pasarse de moda.
Pues muy bien.
Yo creo que el Pron éste hace buena la frase inicial de Marías. En el fondo lo que está implícito es lo listísisimo que es él frente a los palurdos que todavía se sorprenden con esto o frente a la crítica española -tan mala como la de cualquier otro lugar, por cierto-.
PD: Esto último no va por ustedes, pues ni siquiera los considero críticos. Tan sólo unos divertidos aprendices de brujo.
Como "jefe de filas de la vanguardia literaria" le definió en su portada la revista QUE LEER. Ahí es nada.
A quien tenía que atizar Pron es a jaleadores como Vicente Verdú, el eximio critico de posmodernidades de la señorita Pepys. Éste y el resto de publicistas de Alfaguara han sobrevalorado a Mallo y su experiencia nocillera, el mayor "bluff" desde que en el siglo pasado auparon a aquellos chicos malos del Kronen, el joven Loriga, el joven Ángel Mañas y demás.
yo sugiero un muy interesante libro de Norman Mailer llamado "Un arte espectral, reflexiones sobre la escritura" donde el bueno de norman aborda éstas y otras cuestiones de manera soberbia.
saludos!
Creo que leer un libro de Fernandez Mallo es una experiencia parecida a encontrarte a un desconocido en vuelo de 12 horas y que te cuente sus últimas experiencias sentimentales y sus opiniones sobre la vida en general. Ok, no me importa en absoluto, pero no paso de ti porque es de mala educación, y además, así a lo tonto, paso el rato.
los afrancesados preferirán la nutella, lógico...