¡Menudo año 2010!

2 de enero de 2011

Después de haber inaugurado nuestro gran proyecto, personal e intrasferible, hemos contado con la suerte de ir sumando amigos a este sueño loco y poco común en pleno siglo XXI de una librería con enoteca, cafetería, exposiciones y lo que se tercie.

Es difícil desearos a todos mejor 2011 que el 2010 que "Tipos Infames" hemos vivido y padecido. Frustraciones al principio, hieles, que hoy son alegrías (moderadas) dentro de un optimismo razonable. Si unos días antes de inaugurar la librería un artículo de "El País" alentaba a las pequeñas librerías-independientes y les proponía como modelo dentro del marco de las grandes urbes como un espacio especializado y conocedor de los gustos de los lectores , el día 31 de diciembre y para cerrar el 2010, el mismo periódico nos citaba como un nuevo tipo de librería.
En el ya clásico 'Sillón de orejas' de Manuel Rodríguez Rivero aparecimos como una nueva propuesta de librería independiente opuesta al libródomo al uso, donde se ofrece algo más que libros (y no cualquier libro) dentro de un ambiente agradable.


" Una de las que últimamente me han parecido más interesantes -y que utilizo como mera ilustración de lo dicho- es Tipos Infames, en la madrileña calle de San Joaquín, en uno de los límites del barrio de Malasaña. No exhibe muchos libros -unas 4.000 referencias, en su mayoría narrativa e infantiles-, pero los eligen bien. Y, además, ofrecen buenos caldos (yo me tomé un sólido navaherreros) a precios convenientes, wifi, buen ambiente y mesas cómodas, consejo y buena conversación. Están abiertos de 10 de la mañana a 10 de la noche (¡domingos incluidos!), y los viernes y los sábados hasta la una de la madrugada, lo que supone un alivio para letraheridos insomnes de fin de semana. No sé cómo lo llevan, pero sus dueños (verdaderamente tipos infames) no lucían ojeras y parecían entusiastas. Y, sobre todo, no venden calendarios con niños-repollo de la supercursi Anne Geddes, lo que es muy de agradecer. De modo que un día volveré (homenaje al maestro Marsé). "


Si queréis podéis leer el artículo completo. Después, deberíais venir a celebrarlo con nosotros (la ocasión lo merece). Y mientras os esperamos, nosotros aprovecharemos para darle las gracias a Manuel Rodríguez Rivero.

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