PUTAS ASESINAS

25 de junio de 2008
tiagosanrpa (Flickr)


Qué tendrá la prostitución que siempre que visitamos una ciudad sale a nuestro encuentro como un anfitrión hospitalario. Sin desearlo, topamos, ebrios de deseo por conocer el entramado urbano, con las moradoras de la noche. Mujeres, habitualmente de vidas inciertas que por azares del destino han tenido que dedicarse a una profesión marginada y cada vez más degradada. Actrices de la oscuridad, que pasan de la pluma de Alberto Lema a convertirse en protagonistas de su última obra.

En 'Una puta recorre Europa' (Caballo de Troya, 2008), el autor novel destapa la otra cara de dos prostitutas que poco tienen que ver con el icono de la meretriz tradicional.
Jóvenes, atractivas, rebeldes y feministas, Ada y Luz deciden variar su rumbo ajusticiando a los clientes de este tipo de servicio. No se trata de una venganza cruel, sino más bien de la puesta en práctica de uno de los principios, de las autodenominadas 'Putas Asesinas'. Una reivindicación en contra de lo que a su juicio supone una manera de esclavitud del capitalismo, capaz de reducir todo a mercancía de compra/venta, incluida la sexualidad.

El hilo argumental, sencillo, va discurriendo por los crímenes cometidos, la investigación de los mismos y los personajes que envuelven toda la trama. Esta sucesión de individuos, localizados en la Galicia actual, abarca un amplio espectro social. Narcotraficantes, consejeros de la Xunta o un inspector de policía comparten por diferentes motivos una preocupación: dar caza a las 'Putas asesinas'. Putas que van a saber utilizar los medios de comunicación e internet para hacer llegar su manifiesto a la opinión publica. Esto difundirá sus acciones convirtiéndolas en referente internacional de asesinatos semejantes. Se trata de grupúsculos inconexos repartidos por distintos países y zonas que copian las formas, pero también el fondo, las motivaciones de actuación, es decir, el manifiesto en contra de la estructura patriarcal (relación directa con 'Un fantasma…').

Se agradece la manera de narrar, directa y fresca, sin retórica ni barroquismos innecesarios. La distribución del texto en breves capítulos facilita la lectura y centra la atención en las particularidades de los personajes. Brochazos psicológicos en su justa medida que trazan los perfiles de cada individuo. Estamos sin duda ante un escritor con estilo, todo resulta creíble, verosímil, y apasionante. Una falsa apariencia de facilidad que no debe ocultar la buena construcción literaria de fondo. Entre los partidarios contamos con Rafael Reig, quien ha afirmado de este autor: "A mi modo de ver, es una construcción tan difícil y rigurosa como el 'gran estilo' de Benet, pero en otra dirección". Solo añadiría un pero a la trama, por poner alguno, el final. Demasiado previsible para un relato de asesinatos, pues se intuye en los últimos capítulos. Sin embargo sabe mantener el equilibro de la acción y las situaciones con un buen sabor de boca.

Junto al continente, el contenido. Lema sabe borrar los convencionalismos cuando se trata el tema de la prostitución o la violencia, que envuelve determinados fenómenos sociales con los que convivimos a diario. El enfoque, profundizando en un mundo tan cercano como ajeno, supera la pátina de la novela negra para posicionar al lector en el debate sobre la prostitución. El interrogante sobre el futuro de este ¿oficio? y los límites del mismo. Un ejercicio que pervive a pesar de muchos y a favor de otros tantos y que la sociedad es incapaz de afrontar. Quizá porque para ello debemos comprender que en una disputa de este tipo las líneas territoriales se marcan con crayón para no dejar resquicios a opiniones ajenas, cuyas sensibilidades cuestionan las nuestras.

Con o sin prostitución, con o sin literatura, con o sin brillantina, disfruten de la vida y de los paseos por las zonas de alterne de las ciudades, porque si las vivencias se amontonan en algún lugar (por descontado los bares), es allí donde se apelmazan. Espero que se mantengan por muchos años esos reductos, infames, donde la convivencia entre elementos dispares resulta del agrado de muchos, incluso del que suscribe. Lejos de cualquier romanticismo, ruego al cielo porque ningún Triball los transforme totalmente, eliminando las identidades de los muchos que conformamos física y literariamente estos espacios.

Publicado en Soitu.es el 15-06-2008

, ,