Carretera y manta con paul Newman

15 de octubre de 2008
¿Pero de verdad a alguién no le gustaba este tipo?


¿Recuerdan aquella maravillosa película 'Sueños de un seductor' en la que Humphrey Bogart se convertía en el asesor de un tartamudeante Woody Allen en su relación con las mujeres? Seguramente que muchos de ustedes conocen más esta película que la saga de novelas gráficas 'Predicador' (Norma Editorial) ideada por Steven Dillon y Garth Ennis, en la que el protagonista recibe con frecuencia la visita del mismísimo John Wayne. (Gracias Serrano!). Pero… ¿Por qué diablos les estamos hablando de todo esto?

Bueno, aquí lo importante sería la aparición de figuras referenciales que, en momentos cruciales (sea éste la seducción de una fémina o rellenar de plomo a alguien), ayudan a los protagonistas a tomar sus decisiones. Es curioso que principalmente sea el cine quien acabe suministrando esta serie de figuras o modelos de conducta. O tal vez no, si reflexionamos acerca de la importancia del séptimo arte y la cultura popular en la configuración de nuestro imaginario colectivo.

Algo parecido es lo que sucede con Allison Johnson, la protagonista de 'Northline' (Belacqua, 2008), y el recientemente fallecido Paul Newman. Allison, en continua huida de sí misma y de su pasado (encarnado en un novio neonazi que le hizo tatuarse una esvástica y otros símbolos racistas), es un personaje siempre al borde del precipicio y que no cuenta con otra ayuda que las imaginarias apariciones del inolvidable actor para mantenerse a flote. 'Northline' es una historia de búsqueda, de personajes maltratados por la vida y de música. Buena música. El viaje que emprende Allison desde la multicolor Las Vegas hasta los paisajes nevados de Reno tiene la banda sonora de la Princesa del Rockabilly Brenda Lee (conocida en su más tierna infancia como Miss Little Dynamite, nada que ver con la ñoña zampabollos de 'Little Miss Sunshine').

Y no podía dejar de tener música este viaje, porque su autor, Willy Vlautin es el líder de la banda de alt-country Richmond Fontaine (en su myspace puedes escuchar una canción dedicada a Allison Johnson). Belacqua ya había lanzado el año pasado su libro 'Vida de motel', pero con 'Northline' ha conseguido que la crítica se refiera a él como 'el Dylan de los marginados'. Y aunque nos ha gustado nos parece un poco exagerada la comparación con el de Minnesota (de hecho disfrutamos mucho más con 'El cadillac de Big Bopper' de Jim Dodge, de la que ya nos ocupamos con anterioridad). La edición americana incluía un disco compuesto para la ocasión por la banda, lástima que a los editores españoles les cueste lanzarse a este tipo de proyectos (bueno… como diría Bogart/Allen: siempre nos quedará internet).

Y ya que estamos componiendo nuestra propia banda sonora, nosotros no dudaríamos en incluir en nuestro particular homenaje 'Paul Newman´s Eyes' de los escoceses Dogs Die in Hot Cars. Gloriosa.

PD: A ver si alguien se anima a editar en castellano 'Dormir amb Winona Ryder' (Proa, 2007) de Edgar Cantero, en la que el autor mete en la licuadora a Jorge Luis Borges y su mitomanía por la musa cleptómana de la Generación X.

, ,

1 comentario