El desasosiego de un fado

24 de noviembre de 2008
Negreiros retrata a pessoa

Existe en la población española un cariño y afecto especial hacia los portugueses. Un amor de proximidad, de vecino de toda la vida al que tras muchos años de saludos matinales se acaba por apreciar. Sin embargo, es esta relación de cercanía la que nos impide ahondar en las virtudes de nuestro querido copropietario de península.

Nos jactamos de considerar a los lusos casi como a familiares, una especie de hermanos, eso sí, menores, de los que sólo nos acordamos en ocasiones especiales. De hecho, cuesta en general, recordar elementos característicos o distintivos de Portugal salvo a Cristiano Ronaldo. Junto al futbolista y no por este orden, suelen permanecen inalterables en la memoria hispana el espectacular bacalao preparado en las tabernas lisboetas, los ecos del fado o el nombre de uno de los escritores con mayor talento del siglo XX.

Los más sagaces ya habrán adivinado su nombre: Fernando Pessoa. Con aspecto entre intelectual y funcionario parsimonioso se dedicó a múltiples oficios, sobre todo a la traducción, para así poder ejercitar el oficio de escritor. Durante su no muy larga vida publicó artículos en medios dispersos y un libro de poesía, 'Mensaje' (1933). Al igual que Kafka, otro de los indispensables del Siglo y de la Infamia, legó una gran cantidad de documentación inédita que reveló tras su muerte al gran escritor que es.

Su fama inicialmente fundamentada en la poesía quedó engrandecida a partir de la publicación del 'Libro de desasosiego de Bernardo Soares', principal obra prosística de Pessoa. El libro recoge la compilación de pensamientos a modo de dietario, fragmentos que Pessoa redactó desde 1914 hasta su muerte prematura en 1935.

En ellos el autor a través de su característico juego entre heterónimo/ortónimo, sitúa a Bernardo Soares como protagonista de la multitud de reflexiones que le acontecen. Como ya nos tiene acostumbrados y usando esta artimaña literaria (otro Pessoa ha sido y no ha sido Ricardo Reis, Alberto Caeiro o Álvaro de Campo) , se refugia en él para narrar las impresiones que le suceden desde los vagos anhelos hasta los paseos por Lisboa. La inacción del personaje, representativo de la crisis de valores del siglo XX, le llena de tedio, nausea, y ante todo un terrible desasosiego.

La introspección emocional a la que somete Pessoa a Soares, o que se provoca él mismo, es la que conforma al hombre contemporáneo. El análisis contemplativo pero profundo de nuestros temores y miedos, la expectación de lo que sucede en nuestro entorno y la meditación sobre la soledad que nos acecha alimentan la mente del contable lisboeta. La carencia de fe o mejor dicho Dios, la falta de amor o las continuaciones ensoñaciones despliega el imaginario del 'Desasosiego' al nuestro, compartiéndolo y desvaneciéndolo en uno solo.


pessoa y sus heterónimos

Es este territorio abierto al lector, el que recupera Seix Barral. Afortunadamente reedita el magnífico volumen (primigenio en España) que en 1982 estructurara el poeta y traductor Ángel Crespo. Su estupenda organización de los escritos del creador portugués, dan otra lectura a la ya estupenda edición publicada por Acantilado en 2003 y a cargo de Perfecto E. Cuadrado. Si no lo habéis leído, leedlo, da igual la edición, cualquiera de las dos sirve al destino final del libro.
Para los más fanáticos del escritor portugués os recomendamos otra publicación reciente. Se trata de 'Diarios' (Gadir, 2008) y recoge las entradas biográficas de Fernando Pessoa en periodos que abarcan desde 1906 a 1915. En este libro se recogen desde anotaciones personales a reflexiones más generales, pero sin llegar al grado de compromiso poético 'Libro del Desasosiego'.
Si el primero nos proporciona ese nexo emocional a lo humano, el segundo nos visiona la cotidianidad de Pessoa. Su vida, aprietos económicos e intenciones, quedan reflejadas en el libro; el uso determinados recursos literarios como sus primeros heterónimos (Fray Mauricio, Alexander Search…), la vocación simbolista, la prosa aforística y otros elementos que desarrollará más adelante.

Sabemos de la controversia reciente sobre el legado de Pessoa, sabemos que se celebra el 120 aniversario del nacimiento del poeta, sabemos la importancia e influencia que ha tenido en otros autores, pero ante todo sabemos o creemos saber que merece ser leído. Las sensaciones que os trasmitirá pocas veces se repiten. Aprovechad pues la primera lectura, saboreadla y si podéis escuchad de fondo un fado.

Publicado en Soitu.es el 22/11/2008

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