Libros como ladrillos

7 de diciembre de 2008
Ejemplo de una mesa "infame"

"El verdadero aficionado a los libros sabe que el placer concluye con su
adquisición; mejor dicho, que la delicia suprema consiste en tener el libro a
nuestro alcance, en saber que es posible leer en él... y luego no
leerlo
."

Manuel Azaña