Sobre mi mesa tengo, entre otros muchos libros (algunos de ellos sin leer, prestados o comprados, otros ya leídos del todo o cuya lectura he interrumpido, sin saber cuando volveré a ellos), dos que por circunstancias diferentes han llegado a ella, y que por un leve nexo de unión entre ellos he considerado oportuno leer.

Uno es "Chavales del arroyo" de Pier Paolo Pasolini, la última novedad de la editorial Nórdica y la primera novela del italiano, que no sólo dirigió estupendas películas, sino que escribió poesía, libros de viaje y novelas. De hecho, "Las cenizas de Gramsci" (poemas) es de 1957 y "Chavales del arroyo" de 1955, mientras que la película "Accattone", con la que inicia una de sus facetas creativas más conocida, es de 1961.

Una novela con los motivos y aspiraciones del movimiento neorrealista. El retrato de los suburbios romanos en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial y de los personajes obligados a una vida de lógica periférica, ajenos tanto a las ilusiones de las altas clases como al obrerismo tradicional. La lucha por la vida en las mismas calles de algunas películas de Pasolini como "Mamma Roma", con la estupenda Anna Magnani.

La otra novela es "La ocasión" de Juan José Saer, con la que el autor de "El entenado" y "Glosa" ganó el Premio Nadal del año 1987. El libro llegó por sorpresa y de la mano de otro infame, que encontró éste y otros libros en las estanterías de una librería de segunda mano en Guadalajara. Un regalo que promete, y mucho. Leo en la contraportada: "La ocasión cuenta la historia de Bianco, un ocultista que debe abandonar Europa, acosado por lo que él llama "la conspiración de los positivistas de París", y que se establece en la desolada llanura de la pampa argentina, a mediados del siglo XIX. Bianco parece perder los poderes a medida que adquiere bienes materiales. Obsesionado por la inquietante figura de una mujer, se hunde progresivamente en una suerte de delirio."

Y qué tienen que ver la conspiración parisina y la huida a la Pampa con los suburbios romanos. Tengo los dos libros empezados sobre la mesa y aún no he dicho nada sobre el nexo de unión entre ellos. Es sencillo, pero interesante: quien haya leído a Pasolini querrá saber quién es ese Saer que habla sobre el italiano, y quien conozca a Saer tendrá curiosidad por leer esta novela de Pasolini, a quien sólo conocía por sus películas.

En Nórdica han incluido este comentario de Juan José Saer:

(Negando todas las leyes del decoro y el maridaje, mientras escribía este post, escuchaba a The Flaming Lips: vean este bizarro ejercicio musical sobre la cadena alimenticia, la comida basura y el protocolo en la mesa.)