Por si alguien se pregunta qué fue del Primer Premio Tipos Infames? Quisimos elegir entre todos los libros que habíamos comentado a lo largo del año pasado aquel que recordaremos con especial gusto y emoción, aquel que aún pasados los años seguiremos recomendando a quien entre en nuestra librería. Así que después de una primera selección de seis (durante la cual discutimos y nos pusimos de acuerdo, volvimos a discutir y volvimos a ponernos de acuerdo…), pedimos ayuda a los lectores de soitu.es para que cada uno animara a su favorito, porque a nosotros reducir el listado a tan reducido número ya nos supuso un pequeño suplicio en el que relegábamos un libro a favor de otro que considerábamos un poco mejor. Elegir siempre es difícil. Pero mientras imaginábamos el triunfo de cada uno de los candidatos y brindábamos más de una vez por cada uno de ellos, fue Joyce Johnson con sus memorias 'Personajes secundarios' (Libros del Asteroide, 2008) quien se llevó el galardón.
Pero después de las deliberaciones y los votos seguiremos trabajando: nos pondremos en contacto con uno de los lectores que ejerció su derecho y diversión del voto para entregarle su –también merecido- premio y hablar de libros o lo que surja; de igual forma, también trataremos de dar la barrila a los amigos de Libros del Asteroide , para felicitarles por el premio y para brindar por todos los títulos que este pasado año se han sumado a su catálogo.
Ya vale. Basta de hablar de premios. Cambiemos un poco de tema. Aunque no del todo.
Hoy rescatamos algunos otros libros del ya guillotinado 2008 con los que disfrutamos y que merecen salvar su cuello, aunque no pudieron tener su rincón en pasados artículos. No están todos, pero todos son absolutamente recomendables. Por eso, aunque nos parezca algo injusto que hoy apenas sean nombrados, aquí están para tratar de despertar la curiosidad lectora de alguno. Ahí van:
Pierre Bayard, autor del libro 'Cómo hablar de los libros que no se han leído' (Anagrama, 2008), ha dicho que «hay que aprender a encontrar libros importantes para uno». Consideramos 'Vía revolucionaria' como uno de esos libros, una novela de obligada lectura. En serio, pueden fiarse de nosotros. Hace unos meses, desde estas mismas páginas, pedíamos (por favor) que se reeditara y que se tradujeran más obras de Richard Yates. El caso es que en diciembre apareció 'Vía revolucionaria' en Alfaguara, y se prepara para enero el lanzamiento de 'Las hermanas Grimes'. Aunque nosotros no tuvimos nada que ver en tal novedad editorial, sino su inminente adaptación cinematográfica , deseamos que disfruten de ambas. Lean 'Vía revolucionaria' antes de que el protagonista tenga inevitablemente la cara de Leonardo diCaprio.
Cuando apareció 'Dietario voluble' (Anagrama) pensábamos no comentarlo para no recargar nuestros textos con referencias a Enrique Vila-Matas o a sus autores más citados. Luego leímos el dietario y nos pareció (no exagero) de lo mejor de su autor, sabiendo combinar su muy bien llevada ironía con sus propuestas metaliterarias, pero con una libertad muchísimo mayor que en sus novelas más voluminosas. Algunos nos hemos aficionado a esta especie de género de ensayos breve y absolutamente subjetivos de un inteligente lector: el Vila-Matas más «Vila-Matas», y mejor si cabe.
Cualquier cosa puede hacerse rápido y mal o conseguir hacer de aquello una obra maestra. Para todo hay un «arte» con el que hay que nacer pero es necesario educar, hasta para rechazar los manuscritos de los esperanzados escritores noveles. Un amplísimo e hilarante muestrario de las formas posibles para rechazar la publicación de una novela se encuentran en esta 'novela' de Camilien Roy que logró pasar la criba editorial: 'El arte de rechazar una novela' (Bruguera): rechazos concisos, optimistas y pesimistas, escritos en vietnamita, burocráticos, puntillosos, psicoanalíticos, durasianos, sindicalitas, e incluso rechazos escritos en verso libre, alejandrinos o en forma de haiku.
El más extraño artefacto literario del año es el que unió dentro de un mismo volumen 'El sobrino de Rameau' de Denis Diderot y 'Perro muerto en tintorería' de Angélica Liddell , editado por Nórdica. Puede parecer inapropiado mezclar un ilustrado del XVIII con una contemporánea nuestra nacida en Figueres, pero una misma intención y espíritu les une: la crítica de sus respectivas sociedades desde la figura central del bufón. ¿Cómo se puede seguir viviendo como una persona dentro de una sociedad corrupta? ¿Atacando a la sociedad o autodestruyéndose? Y otra pregunta: ¿si alguna vez escribo una novela, junto a qué autor clásico quiero que me publiquen? ¿Sterne, Cervantes, Bernhard, Nabokov…?
Desde que leímos los artículos de Rafael Reig incluidos en 'Visto para sentencia' (Caballo de Troya) tenemos la secreta aspiración, desvelada hoy, de escribir nuestro textos de incitación a la lectura con la misma gracia e ironía con que el Sr. Reig lo hace para desmoronar los ideales y esperanzas del mundo editorial español actual, que parece, por desgracia, conformarse con lo que tiene, que no es tanto como nos quiere hacer creer. Ante estas actas judiciales nadie permanecerá indiferente, indignado o partiéndose de risa, el lector verá como son descuartizados los grandes totems de la literatura, escritores, editoriales, gestores culturales, y hasta el mismo lector si se descuida y mete la mano. Nunca habrán visto tantas veces citado el nombre de Arturo Pérez Reverte, salvo en el Babelia/El País, aunque aquí sea para ponerle a caer de un guindo.
Si me lo callo terminaré explotando o con una hernia. Algunos de los mejores libros del año no son novedades como tal, sino obra del mismo autor ya fallecido, el uruguayo Mario Levrero (1940-2004). Escribió ficción o autoficción relatando lo imposible, el instante luminoso, mientras se pone de relieve el fracaso de la propia escritura; logró combinar de forma personal algunos de los intereses, logros, temas y paisajes de autores como Kafka y Juan Carlos Onetti. Este año se ha publicado en España su gran obra póstuma, 'La novela luminosa' (Mondadori), y la llamada 'Trilogía involuntaria (El lugar. París. La ciudad)' (DeBolsillo). Después de leer estas novelas, o «El discurso vacío» y «Dejen todo en mis manos», uno necesita y desea volver a leer a Onetti, Kafka, Hammett… pero antes descubran a Levrero.
Hay más, muchos. Y mejores, quizá. Pero aquí lo dejamos. Nos esperan amontonados otros libros esperando ser leídos. Y en estos primeros días del año ya se nos están acumulando: 'Lodo' de Guillermo Fadanelli; 'El marinero de Gibraltar' de Marguerite Duras; 'El infierno imbécil' de Martin Amis; 'El informe Brodeck' de Philippe Claudel; 'Alegato de un loco' de August Strindberg; 'Locos. Una comedia de gestos' de Felipe Alfau; 'Por los tiempos de Clemente Colling' de Felisberto Hernández; 'Elogio de la calvicie' de Silesio de Cirene; 'Una noche en el Luxemburgo' de Remy de Gourmont; 'Los años' de Annie Ernaux;…una lista enorme que no tiene sentido desplegar aquí por completo.
Seguirán recibiendo noticias (y recomendaciones) nuestras. Feliz año.
Publicado en soitu.es (5-1-2008)
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