¿Cuántos escritores albaneses conoces? Hay que leer a Kadaré

25 de junio de 2009
Pues sí, el último Premio Príncipe de Asturias de las Letras parece sorprendido

Al irnos anoche a la cama la mayoría desconocíamos el nombre de al menos un escritor albanés (y muchos ignorarían su localización geográfica), ya que nuestro conocimiento de esta república del sudeste europeo se alimenta de las desgracias procedentes de la sección de sucesos de la prensa. Hoy al mediodía seguiría siendo imposible conocer algún plato típico o preguntar a la gente por Skanderbeg, pero al menos algunos habrán apuntado el nombre de Ismaíl Kadaré en su lista de autores por descubrir. Y no han hecho mal.

El escritor albanés ha sido galardonado hoy con el Príncipe de Asturias de las Letras. Un merecido premio que ha terminado imponiéndose a muchas opiniones que apuntaban hacia otros autores quizá más conocidos (Murakami, McEwan o Tabucchi), a pesar de ser un autor que siempre parece quedarse a las puertas del Nobel y cuya obra está ampliamente traducida al español. Ayer mismo hubiera sido posible encontrar alguno de sus novelas en muchas librerías españolas: la editorial Alianza tiene en su catálogo hasta 14 títulos del albanés (a quien ha dedicado una 'biblioteca' de reciente aparición), y otras editoriales como Cátedra o Siruela cuentan también con obras suyas.

Como decíamos, lectores bienintencionados habrán incluido a Kadaré en sus planes de lectura, pero otros, en cambio, habrían estado obligados al menos a conocerle. Lo digo porque de la misma forma que la 'polémica' del año pasado con la concesión del Nobel a Le Clézio fue su ausencia en las librerías españolas, en este caso el 'berrido' lo ha dado un miembro del jurado de cuyo nombre no quiero acordarme. El señor Sánchez Dragó, en un gesto completamente snob, ha cuestionado que la obra de Kadaré sea superior a la de otros candidatos como Juan Goytisolo o los ya citados, y ha calificado de extravagancia la concesión de este premio al albanés. Pero lo que realmente ocurre no es sólo que conozca muy mal su obra, "como me temo que le sucede a la mayor parte de la gente" —según él—, sino que nos imaginamos que no ha leído una sola novela de Kadaré. Esto demuestra que el mayor miedo en cuestión de premios literarios no debe ser que no se lo den al mejor, sino la confirmación de que en el jurado pueda estar cualquiera sin el conocimiento necesario, cobrando lo suyo (suponemos), y cuyo voto tenga el mismo valor que el de sus compañeros.

Pero no hagamos protagonista a quien no lo debe ser y propongamos una breve guía de lectura para los desconocedores de una interesante obra desarrollada bajo el pesado y sofocante clima del régimen estalinista de su país, cuya sombra parece recorrer más o menos metafóricamente la obra del premiado. Pero el totalitarismo no sólo planea temáticamente sobre la obra de Ismaíl Kadaré, sino que la dictadura amenazó su propia libertad, su vida y las versiones de los textos. Kadaré nunca llegó a ser un disidente, pero tampoco militó dentro de los escritores oficiales, y sus constantes tensiones con el régimen motivaron cambios y variaciones en sus obras, cuya versión definitiva (en su lengua original y en las traducciones) con el tiempo y la caída del régimen comunista en Albania han terminado imponiéndose.

Algunos libros de Kadaré en la biblioteca de autor de Alianza

Proponemos (al menos) tres de sus novelas:

En el estado controlador y opresor de 'El Palacio de los sueños' se ha creado un organismo que obliga a todos sus ciudadanos a enviar un informe diario en el que deben escribir lo soñado durante la noche anterior. El protagonista de esta magnífica novela se convierte en metáfora del peso que sobre el ser humano ejerce el totalitarismo, que consigue transformar el destino individual del hombre en los designios del estado.

'El cortejo nupcial helado en la nieve' es mucho menos alegórica que la novela anterior, pero trata uno de los temas recurrentes de Kadaré. Se trata de una tragedia sobre la difícil convivencia y los conflictos en los Balcanes, partiendo de un hecho tan terrible como desgraciadamente histórico: la brutal represión que el ejército yugoslavo ejerció el 1 de abril de 1981 contra los manifestantes albaneses de Kosovo.

Leyendo a Kadaré podemos asistir con miedo y gozo a una obra que comprende que escribir es un riesgo y no un ejercicio mecánico (mejor o peor) de mirarse el ombligo. Una de sus obras hasta cierto punto más biográfica es 'El ocaso de los dioses de la estepa', cuyo sustrato son sus experiencias de juventud en la Unión Soviética. Tratando un tema que el autor ha conocido de sobra: las insanas y perjudiciales relaciones entre el poder y la literatura (o toda manifestación artística). De hecho, ésta es una de esas novelas del reciente Premio Príncipe de Asturias cuya versión definitiva no apareció hasta que en 1998 cayó el régimen comunista en Albania.

Ganar un premio como éste es a veces tan fortuito como perderlo, pero siempre es una buena ocasión para poder conocer a otro autor sin duda importante. Hay que leer a Kadaré.

Por cierto, qué mala costumbre tienen en “Tipos Infames” de
poner siempre la peor de las fotos de cada autor. Aquí, el premiado rascándose.

Publicado en soitu.es (24-6-09)


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2 comentarios

  • Hola infames,

    No podría estar más de acuerdo. Cuando oi su nombre junto con el de Kundera y Tabucchi me dije, ¿cómo no te he oido hasta ahora? y empezó en mi la ilusión por devorar de nuevo la obra de un gran autor ¡cuánto tiempo pasado! Ayer ya fui a la biblioteca a coger el primer libro , qué lo disfruteis todos!

    Me ha llevado a vuestro blog la muerte de Michael Jackson, que me ha recordado el mes que llevamos. Benedetti, ¿cuando tiempo echare de menos la llegada de una nueva obra tuya?, Vicente Ferrer ¿cuanto tiempo echare de menos tu esperanza?.

    La muerte de cada ser humano nos empequeñece... y otra vez redoblan las campanas... ¡Qué tengaís paz!

  • Anónimo says:

    Hola,

    Habéis olvidado que en "El largo invierno" Kadaré presenta una visión de la Albania socialista que no tiene nada que ver con los tópicos al uso en los medios occidentales, y donde critica a los dirigentes de la URSS, sí, pero desde un prisma comunista (sigo la edición de VOSA). Claro que ese título es de la etapa en que vivía "oprimido por el estalinismo" y, por eso, no cuenta como lo que escribió cuando se separó del régimen albanés.