El resto de este número 315 de Quimera (resumido como en el índice del contenido de los Juegos Reunidos):
seis novísimos poetas venezolanos;
entrevista a Enrique Redel, editor de Impedimenta;
dossier central: NarcoLteratura;
artículo sobre la obra de Elsa Morante;
las críticas de El Quirófano y etcétera.
El subrayado es de la sección de Germán Sierra, Wireless, dedicada a la problemática del libro como objeto destinado a la conservación del conocimiento, tanto en su formato impreso de sobra conocido como en el digital que se nos viene encima, apoyándose en la hermosa imagen de los hombres-libro que aparecían al final de la novela de Ray Bradbury, Fahrenheit 451:
Así que cuidado con lo que nos venden. Cuidado con los intentos en la sombra de convertir la literatura en una constante música de fondo a la que no haga falta prestar atención ni conceder demasiada importancia.El peligro futuro no radica pues en la escasez de libros, sino, como ha escrito Curtis White en "la curiosa estrategia que intentaría hacer la ficción tan banal que nadie, nadie en absoluto, la desee".
Alpha Decay, Pola Oloixarac, Quimera