De librerías y otras cosas inverosímiles

6 de octubre de 2010
Nos consta que alguno de ustedes ya se había quemado las cejas leyendo este blog, pero también sabemos que otros habrán llegado hasta aquí fruto de la casualidad. No importa. Para ambos tenemos unas amables palabras antes de empezar esta nueva etapa.


el nuevo chiringuito de los infames

- Ahora señora Green, si pudiera usted sujetarle la lengua a mi caballo... no se lo pediría a cualquiera, pero sé que usted no se asusta.

- ¿Cómo lo sabe?- preguntó ella.

- Dicen por ahí que está usted a punto de abrir una librería. Eso significa que no le importa enfrentarse a cosas inverosímiles.

Florence Green y un vecino de Hardborough, en algún punto del puñetero condado de Suffolk -Inglaterra-).

El camino que conduce hasta lo que finalmente somos es imprevisible. Así, gestos en apariencia nimios acaban por decantarnos de modo irremediable en una dirección u otra. Si uno echa la vista atrás y evita engañarse a sí mismo le será posible fijar esos instantes en el tiempo con cierta claridad. En nuestro caso fue algo en apariencia tan poco literario como una partida de billar que se nos fue de las manos. Ya fuera porque la ingesta de destilados y espirituosas había sobrepasado con mucho lo razonable o porque no terminábamos de identificarnos con ninguna de las librerías que ya existían en nuestra ciudad, el caso es que decidimos inventarnos la nuestra.

Así que dejamos a un lado las inútiles conspiraciones desde la nada y todo quedó como un larguísimo compás de espera. En ese paréntesis nos hemos enfrentado, al igual que la infatigable Florence Green, a cosas ciertamente inverosímiles que usted, amigo lector, podrá conocer si sigue asomándose por este espacio. Podrá saber como sus esforzados libreros se enfrentaron a agentes inmobiliarios de mirada torva y colmillo afilado, con cuanto esfuerzo consiguieron exprimir la teta de una entidad bancaria en plena tormenta financiera o como sobrevivieron a una obra que hará palidecer las de las antiguas urbes mesopotámicas. Y por supuesto, también se hablará de libros: libros que sueltan chispas al pasar sus páginas, libros tremendos, libros en los que apetecería guardar los ojos para siempre. ¡Ah! los infames libros... ¿pero qué demonios hacen todavía ahí?. No sean tímidos y vengan a conocernos...



Para saber más sobre la aventura equinoccial de la tardía emprendedora Florence Green háganse con "La librería" de Penélope Fitzgerald (Impedimenta).

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8 comentarios

  • me retiro junto con chiriguinto informático a la barra... esto está "petando"... no quiero ocupar un sitio en tan infame lugar... se lo dejo libre a algún tímido que esté dudando!

  • El vino era bueno, pero los libros estaban rancios y los frutos secos no tenían puesta la etiqueta del precio ¡hips!

  • Queridos Reyes Magos,
    este año he sido muy buena y por eso, este año:
    Me pido un libro que se llama "la Librería " y ha sido recomendada por los tipos infames.

    Como no me lo traigas, gritaré palabrotas Y...Y..., improperios todo el día.
    Gracias. Reyes Magis, creo en vosotros.
    Gloria

  • Papafrita says:

    "Tipos Infames" "Infames Tipos" -Super Guay-
    Extraordinario espacio que hay que visitar antes de morir

  • Anónimo says:

    Perdonar pero que horario tiene la libreria

  • de domingo a jueves de 10.30 a 22.30h
    y los viernes y sábado hasta la 1 de la madrugada.

    a pesar de todo aún no es definitivo ya que estamos comprobando que horario demanda la gente y cuanto aguantan nuestro -infame- cuerpo.

    tres abrazos

  • Gracias, infames. ¡Se agradece la mención a la Fitzgerald, gran dama y esas cosas de la literatura inglesa!
    Sois los mejores.
    Abrazos,
    Enrique Redel
    IMPEDIMENTA

  • Anónimo says:

    Chapeaux! Os admiro. Suerte, os la merecéis.